El banco de inversión destacó que, a pesar de tener menores flujos comerciales y de inversión, los tres países han mantenido el dinamismo de su demanda interna. Además -indicó- los periodos de bonanza externa han llegado a su fin.
Lima (Andina).- Perú, Chile y Colombia, son las economías latinoamericanas mejor preparadas para enfrentar la inestabilidad financiera internacional, gracias al aumento significativo de sus inversiones y productividad durante la última década, indicó el banco de inversiones Deutsche Bank.
Un reporte elaborado por el economista jefe del Deutsche Bank, Gustavo Cañonero, afirmó que estos tres países han sufrido los efectos de un menor flujo comercial y de inversión extranjera.
“Sin embargo, han sido capaces de mantener un sólido crecimiento de la demanda doméstica”, manifestó.
Precisó que Perú ha incrementado su ratio de inversión versus Producto Bruto Interno (PBI) en 35%.
Asimismo, aseveró que el manejo macro se mantendría “como siempre” en Chile, Perú y Colombia, sin una mayor necesidad de reformas claves.
“Las relativamente altas tasas de inversión en estos países, de algún modo, reflejan la mejor estructura de estas economías, que siguen atrayendo el interés internacional y que crecen más rápido que cualquier otra economía en la región de manera sostenible”, dijo.
El informe indicó que América Latina, después de casi una década de fuerte crecimiento y mejoras en sus resultados macroeconómicos, está afrontando un entorno macroeconómico exigente.
Además, mencionó que la mejora continua de los términos de intercambio ha terminado y que la abundancia de liquidez internacional llega a su fin.
A pesar de este panorama, no se espera que América Latina tenga un revés en su desempeño económico, pero si una desaceleración.
En general, el nivel de la deuda externa y sus servicios financieros han mejorado en la última década y siguen siendo bajos para convertirse en un problema.
En una simulación elaborada por el Deutsche Bank, si los flujos de capitales externos se contraen en 30%, la región reduciría sus reservas internacionales en 3%, pero esto no tendría mayor impacto en los niveles de crecimiento o en el nivel del tipo de cambio real en la región.